Aduana y Administración de Cruce Fronterizo

La Aduana y otras entidades gubernamentales juegan un papel crucial en la facilitación del comercio. Además de administrar el despacho de manera eficaz y garantizar la seguridad de los movimientos internacionales transfronterizos de mercancías y de medios de transporte, estos organismos deben aplicar principios de administración transfronteriza coordinada para fomentar la cooperación y coordinar sus respectivas actividades regulatorias. Tanto en los países exportadores como importadores (y frecuentemente durante el tránsito), se debenSe tienen que acordar acordar formalidades en las fronteras entre la Aduana y otros jugadores gubernamentales. Por tanto, la coordinación transfronteriza de las actividades gubernamentales dentro de un país y entre países (p. ej., a través de la asistencia administrativa mutua y el intercambio de información relevante) es de importancia vital para un flujo libre, fluido y sin trabas del comercio internacional. El Convenio de Kyoto Revisado (CKR) define a la Aduana como el servicio gubernamental responsable de la administración de la legislación aduanera y de la recaudación de derechos e impuestos, que también tiene la responsabilidad de aplicar otras leyes y reglamentos relacionados a la importación, exportación, movimiento o almacenamiento de mercancías.

El mal funcionamiento de las autoridades gubernamentales en la frontera, en particular de las administraciones aduaneras, tienen un impacto negativo sustancial en el desarrollo económico de un país ya que, por ejemplo, incrementa los costos de las transacciones y alarga los tiempos de despacho. De acuerdo a dos Informes de la OCDE publicados en 2011 y 2013 sobre el impacto que tienen las medidas de facilitación del comercio, las áreas de políticas que parecen tener el mayor efecto en los volúmenes de comercio y en los costos de los países de la OCDE son las resoluciones anticipadas, la disponibilidad de información, las formalidades y procedimientos, y la cooperación entre dependencias. Mejorar todas estas puede llevar a una reducción de los costos del comercio de alrededor del 10%.

Los problemas pueden deberse a una administración opaca y corrupta que solo utiliza documentos en papel, donde las decisiones se toman solamente desde arriba y donde existen múltiples niveles a los que se debe reportar. Las normas y reglamentos no se publican, lo que hace virtualmente imposible que la comunidad comercial cumpla con ellos. El mal funcionamiento de la Aduana generalmente es el resultado de un mal funcionamiento del gobierno y del país en general. En tales casos, la falta de integridad en la Aduana es parte de un tema más extenso que incluye al gobierno y al país. Ejemplos de tales administraciones o países se pueden identificar a través de una lectura cruzada y analizando los índices de percepción como los del Doing Business del Banco Mundial y el Índice de Desempeño de Logística así como el Índice de Percepción de la Corrupción que publica Transparencia Internacional.

Las soluciones a menudo son complejas al igual que los problemas subyacentes. Como mínimo, los países deben aplicar las normas internacionales y las buenas prácticas que están contenidas en los instrumentos internacionales pertinentes como el Convenio sobre la Armonización de los Controles de las Mercancías en las Fronteras o el Convenio de Kyoto Revisado de la OMA. Desde su adopción en 1999 por la OMA, más de 78 países (para el 21/11/2011) se han adherido a él y han implementado el Anexo General con todas las disposiciones fundamentales para desarrollar una administración de aduanas moderna. Este Anexo es obligatorio para todas las partes contratantes, mientras que los Anexos Específicos (con disposiciones sobre regímeness aduaneros individuales como almacenamiento y tránsito) son opcionales. La implementación de estos instrumentos internacionales fundamentales trae aparejados muchos beneficios que van desde una mayor recaudación de derechos hasta una creciente competitividad de la economía. La implementación del CKR y otros instrumentos relevantes requiere una reforma basada en estrategias y un programa de modernización que aborde varios aspectos de la Aduana como institución: la organización, el entorno jurídico, la tecnología y el personal. Combinado con un enfoque orientado a la empresa en la aplicación diaria de estos instrumentos internacionales, dichas reformas permitirán que las Aduanas encuentren el balance correcto entre sus dos principales objetivos: la facilitación del comercio, y el control y la seguridad.

La Estrategia de la Aduana del Siglo 21 de la OMA es una ‘declaración de visión’ formulada por líderes aduaneros mundiales dirigida a cumplir los requisitos de los gobiernos, ciudadanos y otros interesados. La estrategia expresa la necesidad de que las administraciones aduaneras sean más responsivas en el contexto de la globalización, las dinámicas del comercio internacional, los tecnicismos de la cadena de suministro del comercio, las nuevas direcciones que toman las políticas y la complejidad del panorama global.

Un cúmulo de información y material relevante acerca de las Aduanas y la facilitación del comercio está disponible a través de los órganos dedicados en esta área: la Organización Mundial de Aduanas (OMA), el Centro de Facilitación del Comercio y de las Transacciones Electrónicas de las Naciones Unidas (CEFACT/ONU) y la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Un Manual de las mejores prácticas en los cruces fronterizos fue publicado recientemente por la OSCE conjuntamente con la CEPE/ONU.