Administración de Cruce Fronterizo

En el ámbito del comercio internacional, las mercancías deben someterse al menos a dos grupos de formalidades en la frontera, uno en el país de exportación y otro en el país de importación. A menudo, las mercancías cruzan más de una frontera. La facilitación del comercio no es, por tanto, la responsabilidad individual exclusiva de un solo país, sino también la responsabilidad colectiva de todos los países interesados. Mientras mayor número de países basen sus métodos, procesos y procedimientos individuales de trabajo en normas internacionales pertinentes, como el Convenio de Kyoto Revisado (CKR) y el Convenio sobre la Armonización de los Controles de las Mercancías en las Fronteras, mayor será la cooperación y coordinación transfronteriza que se pueda facilitar. Por ejemplo, los controles fronterizos conjuntos eliminarán las redundancias en los procesos de despacho en los cruces fronterizos terrestres. Asimismo, el cumplimiento con las normas internacionales de administración de riesgos incrementará la previsibilidad de la cadena de suministro completa de puerta a puerta. Los acuerdos de tránsito internacional asegurarán que las mercancías puedan entregarse en su destino final de manera fluida y con rapidez y sin tener que someterse a un despacho aduanero en cada país que cruzan.
El manejo de tal cooperación aduanera de cruce fronterizo bilateral, plurilateral y multilatera puede ayudar a reducir el costo del comercio de manera significativa. Las economías de la APEC acordaron en 2005 reducir el costo de las transacciones en un 5% para 2010, después de haber logrado una reducción del 5% como se acordó en 2001. Este Plan de Acción para la Facilitación el Comercio de APEC es un buen ejemplo práctico de lo que es posible conseguir a través de una mayor integración económica y administración transfronteriza.